Tips para tener una vida más saludable

Aprender a tener unos hábitos saludables arraigados, es algo que debes priorizar en tu día a día. Vivimos a un ritmo frenético y si no somos capaces de parar y dedicarnos un poco de tiempo, nuestra propia agenda nos impedirá cuidarnos como nos gustaría. El resultado se traduce en unos hábitos de vida poco saludables que, por fortuna, siempre estaremos a tiempo de cambiar.
Cuidar la alimentación es la base de un estilo healthy, por lo que incorporar a tu dieta frutas, verduras, pescado y productos ricos en omega 3, será esencial. Una de las primeras medidas que tendrás que tomar, será la eliminación progresiva de  todos aquellos productos que no aportan nutrientes importantes a una dieta equilibrada, sobre todo el azúcar y las grasas saturadas. Estos cambios nunca son sencillos, por eso te dejamos unos consejos para que poco a poco consigas alejarlos de tus platos:

  • Aprender a cocinar es la mejor forma de que empieces a cambiar tu dieta. Intenta sacar un poco de tiempo, de esta forma controlarás de primera mano los productos y las cantidades que necesitas. Si te gusta cocinar, existen infinidad de platos deliciosos que podrás encontrar buscando por internet.
  • Sustituye los refrescos azucarados por zumos naturales, así reducirás las calorías vacías del azúcar, y aprovecharás los nutrientes de las frutas.
  • Consume proteínas saludables, haciendo que el pescado se convierta en el protagonista de tu menú. Por el contrario, no abuses de las carnes, intenta no superar las dos raciones semanales de carnes blancas y la ración semanal en el caso de las rojas.
  • Mientras realizas tus quehaceres diarios, puedes incorporar infusiones como el té verde y el rojo, te aportarán todas sus propiedades depurativas. Incluso mejor aún, ¡prueba a combinar ambos!

A medida que pase el tiempo conseguirás que, de forma natural, estas costumbres formen parte de tu vida. Para comenzar no está mal, pero por qué no ir un paso más allá, y empezar a llevar también una vida más activa.

Si no estás acostumbrado, pasar de una vida sedentaria a tener una actividad física más elevada, es complicado. La pereza y la falta de costumbre pueden jugarnos una mala pasada pero, si quieres, puedes alcanzar cualquier meta que te propongas, ¡la clave es comenzar con ganas! La mejor forma de que comiences es caminando 20 o 30 minutos diarios, y a medida que sientas que tu cuerpo te pide más, aumentes el ritmo. Los límites los pones tú, quien sabe a dónde puedes llegar.

Mejorar tu calidad de vida está en tus manos, si eres capaz de realizar cambios que sumen vitalidad, tu cuerpo te lo agradecerá. Pronto lograrás los objetivos que te hayas marcado y verás que los beneficios son mayores que el esfuerzo depositado.

“Tu cambio será la suma de pequeños hábitos”

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