Los riesgos de utilizar un sujetador con una talla inadecuada

¿Cuáles son los riesgos de utilizar un sujetador con una talla inadecuada?

1. El peligro de una presión excesiva

Pensemos en esos sujetadores con aros que solemos llevar con tanta frecuencia. De elegir una talla incorrecta, lo que puede suceder, según los especialistas en obstetricia y ginecología, es lo siguiente:

  • Los aros oprimen el pecho.
  • Esta presión puede dañar los ligamentos mamarios y acelerar así la flacidez.
  • Una presión muy elevada de nuestro sujetador va a ocasionar problemas en el riego sanguíneo y, por tanto, pueden aparecer algunos enquistamientos de los tejidos.

2. Un sujetador demasiado grande

Si el sujetador tiene una talla por encima de la nuestra, es frecuente que aparezcan rozaduras, y no solo eso: propicia la flacidez del pecho e incluso es frecuente que sintamos molestias en los tendones de los hombros.

¿La razón? Es un elemento extraño que no se adapta a nuestra constitución y, sin que nos demos cuenta, nos obliga a hacer movimiento extraños que poco a poco van ocasionando pequeñas sobrecargas.

3. El roce de unos aros que no se adaptan adecuadamente

Elegir el mejor sujetador para nuestros senos nunca es fácil. Algunas mujeres tienen grandes pechos pero una espalda pequeña, con lo cual, es muy complicado encontrar la talla adecuada. Cada cuerpo es un mundo y el mercado no siempre nos ofrece el modelo ideal para nosotras.

Los especialistas nos indican que el mayor riesgo para nuestra salud son esos aros inadecuados. Cada vez que nos movemos nos rozan y afectan a los nervios intercostales, sometiendo a los senos a un elevado nivel de estrés. El peligro es aún mayor si cometemos el error de dormir con este tipo de sujetadores. La presión será mayor y, día a día, vamos a notar sus efectos.

4. ¿El uso continuado de un sujetador inadecuado puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de mama?

No. Los expertos nos dicen que no hay ninguna relación entre el uso de un sujetador inadecuado con el desarrollo del cáncer de mama. No tiene nada que ver. No obstante, sí que pueden producirnos procesos inflamatorios, quistes, dolores en la espalda, en los hombros y en los propios senos.

Es importante tenerlo en cuenta.

 

 

 

 

 

 

 

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