¿Qué es un masaje de drenaje linfático?
Dentro de las técnicas de terapia manual en fisioterapia, existe una llamada, masaje de drenaje linfático o drenaje linfático manual (DLM), el cual se caracteriza por la realización de movimientos suaves, rítmicos y repetitivos en todo el recorrido del sistema linfático con la finalidad de movilizar la linfa. La linfa es un líquido compuesto de glóbulos blancos, proteínas, grasas y sales (elementos de desecho celular), los cuales son transportados desde las diferentes partes del cuerpo hasta la sangre para ser excretados.
¿Qué es el sistema linfático?
Por su parte, el sistema linfático es el conjunto de órganos como el timo, la médula ósea, el bazo, las amígdalas, el apéndice, el tejido linfoide, ganglios y conductos linfáticos, encargados de producir y transportar la linfa para hacerla desembocar en el torrente sanguíneo. Asimismo, el sistema linfático cumple funciones muy importantes en la defensa del cuerpo contra infecciones y como vía de escape para la acumulación de líquido en el organismo.
Diferencia entre drenaje linfático y masaje reductivo
Es muy común confundir el drenaje linfático con el masaje reductivo pero la realidad es que son muy diferentes, no sólo por su técnica sino por la finalidad de cada uno. En ese sentido, hemos mencionado que el drenaje linfático manual es utilizado para estimular el sistema linfático, por tanto, los movimientos no deben suponer una presión exagerada ya que los conductos y vasos linfáticos son muy superficiales y sensibles. Por su parte, el masaje reductivo busca remover la grasa localizada, lo que implica una mayor fuerza y movimientos rápidos. Esto se debe a que el tejido graso se encuentra a nivel sub-dérmico y es mucho más difícil de movilizar.
Otra diferencia entre masaje reductivo y drenaje linfático es la finalidad del tratamiento, mientras el masaje reductivo es aplicado puramente con fines estéticos y anticelulíticos, el drenaje linfático se utiliza como tratamiento terapéutico para reducir edemas, mejorar la circulación linfática y estimular el sistema inmunológico. Asimismo, el masaje reductivo es mucho más enérgico, resultando incluso doloroso mientras que el drenaje linfático tiene un efecto más relajante y casi imperceptible.
Cómo hacer un masaje de drenaje linfático
El drenaje linfático se debe realizar en un ambiente cómodo y agradable, donde la persona pueda estar acostada, con lo que el terapeuta comenzará a estimular los ganglios linfáticos ubicados en el área de la ingle y en la región supraclavicular con pequeños movimientos circulares, con una mínima presión y con mucha suavidad alrededor de unos 30 segundos en cada área.
Ahora bien, dependiendo del área a tratar con el drenaje, se deben activar los ganglios localizados en dicha zona, tal es el caso de, por ejemplo, en el rostro se deben activar los ganglios en el cuello; en brazos se deben activar en las axilas; en el abdomen o mamas, debe ser en el centro del pecho, la ingle y las axilas; y en las piernas y pies, en la ingle, pliegue poplíteo y región maleolar, de manera que se pueda realizar un vaciamiento de la linfa hacia esos depósitos de ganglios para luego ser procesados y redirigidos al torrente sanguíneo.
Durante toda la sesión de drenaje, los movimientos deben seguir el recorrido del sistema linfático a tratar y con maniobras de deslizamiento, bombeo, círculos con los dedos o aplicando un mínimo grado de presión con las manos. La sesión puede durar de 30 minutos a 1 hora, dependiendo de la extensión de la zona.
Para finalizar, deben cerrarse los circuitos linfáticos por lo que se realizan movimientos circulares en los ganglios correspondientes a cada zona y luego en el área de la ingle y supraclavicular nuevamente. Éstos últimos son muy importantes porque son los encargados de abrir y cerrar el estímulo al sistema linfático.
Beneficios del masaje de drenaje linfático
- Reduce el edema y la inflamación: tanto postraumática como postoperatoria.
- Mejora la circulación sanguínea: al estimular el sistema linfático se estimula también el torrente sanguíneo.
- Mejor la función renal: permite el vaciamiento de líquido mediante la orina.
- Ayuda a la relajación: sus movimientos estimulas el sistema nervioso parasimpático.
- Previene infecciones: estimulando los ganglios linfáticos se fortalece el sistema inmunológico.
- Limpia la piel y activa la circulación linfática: ayuda a eliminar sustancias de desecho del cuerpo.