¿Qué provoca el linfedema? Recomendaciones para la prevención de linfedema

El linfedema es la acumulación de líquido (linfa) en los tejidos por la obstrucción de los canales linfáticos. Es decir, se produce una inflamación por la incapacidad del sistema linfático de drenar el líquido restante del cuerpo. Hoy hablaremos de sobre la prevención de linfedema.

Por lo general, es una consecuencia tardía de un proceso patológico como el cáncer, en el cual se procede a una extirpación de los ganglios linfáticos y por ende, se afecta la circulación de la linfa a través de los conductos linfáticos. Esto puede ocurrir en el momento de la extracción de un tumor o por la presencia del tumor en los canales y ganglios linfáticos. También puede generarse a causa de los tratamientos con radioterapia.

Puede aparecer en brazos y piernas, desarrollándose en uno de los dos de manera unilateral, sin embargo, en ocasiones se inflaman ambos brazos o ambas piernas.

Prevención de linfedema

En el caso de someterse a una cirugía, es necesario conocer en qué consiste el procedimiento quirúrgico y cuáles pueden ser las posibles complicaciones. Si la posibilidad de afectar los ganglios linfáticos está presente, es importante seguir las recomendaciones del especialista, cuidar el brazo o la pierna, evitando raspaduras o lesiones que faciliten una infección, evitar el calor, mantener elevados el brazo o la pierna, mantener la zona completamente higiénica y realizar el postoperatorio indicado.

Por otro lado, como cuidados personales que pueden disminuir el riesgo de desarrollar el linfedema, están: mantener un peso saludable, realizar ejercicio o cualquier actividad física con regularidad, tener buenos hábitos posturales (evitar mantener una sola postura o posición durante mucho tiempo), no exponerse al frío o al calor en situaciones extremas o tiempos prolongados, usar ropa holgada y cuidar la piel.

Ejercicios para la prevención de linfedema

Como parte de una rutina de ejercicios para la prevención de linfedema, es importante recordar que dichos ejercicios deben realizarse con los brazos o piernas de forma que se favorezca el retorno de la linfa por acción de la gravedad y se estimule el bombeo vascular y linfático. Asimismo, es fundamental trabajar en la respiración para conservar una buena oxigenación de los tejidos y en la movilidad articular para la funcionalidad.

Estos ejercicios se deben realizar 2 o 3 veces al día y con una duración de 30 minutos, aproximadamente.

  • Sentada, elevar lentamente el brazo hacia delante abriendo y cerrando la mano.
  • Sentada, sujetar una toalla por la espalda, con una mano por arriba y otra por debajo y tirar de los extremos de la toalla con ambas manos.
  • Frente a una pared, con el brazo afectado dibujar un círculo lo más grande posible, primero en un sentido y luego en otro.
  • Colocar ambas manos detrás del cuello, juntar y separar los codos delante, sin soltar las manos.
  • Coger un palo horizontalmente y elevarlo por arriba de la cabeza.
  • Sentada, elevar una pierna y luego otra, al tiempo que se hacen círculos con los pies, en un sentido y luego otro.
  • Acostada, elevar la pierna o piernas recostadas de la pared.
  • Acostada, pies apoyados en la pared, dar pasos hacia delante y hacia atrás.
  • Acostada, llevar las piernas al pecho una a la vez y estirar.

 

ejercicios linfedema

Ejercicios respiratorios

  • Diafragmáticos: Se toma aire por la nariz y se agranda la barriga, se sostiene la respiración por unos segundos y luego se expulsa el aire por la boca lentamente mientras se contrae el abdomen.
  • Torácicos bajos: Colocando las manos alrededor de las últimas costillas, se toma aire fijándose que se ensanche el tórax, se mantiene la respiración unos segundos y se expulsa poco a poco.
  • Torácicos altos: Colocando las manos en el pecho, se inspira el aire expandiendo la parte superior del tórax, se mantiene la respiración unos segundos y se expulsa lentamente por la boca.

Cuidados en la piel

Cuando se desarrolla un linfedema la piel se torna más sensible y por consiguiente, es más propensa a sufrir infecciones. Para evitar daños en la piel y así, prevenir el linfedema es necesario:

  • Mantener la piel hidratada con el uso de cremas o aceites.
  • Mantener hábitos de higiene personal y conservar seca la zona.
  • Evitar ropas o prendas ajustadas.
  • Evitar presiones o manipulaciones fuertes en los brazos o piernas.
  • Evitar golpes, heridas y quemaduras.
  • Alimentación recomendada
  • Consumir pescado, pollo, pavo, huevos y limitar las carnes de ternera, cerdo y vaca.
  • Lácteos bajos en sal.
  • Todas las frutas y verduras están permitidas.
  • Beber agua.
  • Nada de alimentos procesados y harinas refinadas.

 

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