Cirugía estética masculina: Las 3 operaciones más comunes
Las estadísticas revelan que el volumen de cirugía estética masculina (que decidieron someterse a intervenciones quirúrgicas por motivos estéticos) alcanzó la cifra de 1.3 millones, en Estados Unidos, en 2015.
Los estudios realizados apuntan a que una de las causas principales por las que se ha incrementado la práctica de las operaciones de estética en los hombres se debe a una necesidad meramente estética. Las intervenciones se efectúan, básicamente, por una necesidad de mostrar una apariencia física natural, con el fin de fortalecer la autoestima masculina.
A continuación, se describen tres de las operaciones estéticas a las que recurre una importante parte de la población masculina.
Cirugía estética masculina: Blefaroplastia
La cirugía de párpados o blefaroplastia para hombres es una técnica de intervención que consiste en rejuvenecer los párpados mediante la remodelación de los tejidos perioculares.
Con mucha frecuencia, la cirugía se realiza con anestesia local. El cirujano recorta el exceso de piel, grasa y tejido muscular, que puede estar formando bolsas debajo de los ojos, lo que ha sido provocado por la caída de los párpados superiores.
En las intervenciones de los párpados masculinos, las evidencias del envejecimiento disminuyen. La mejoría de la apariencia física y reducción de la inflamación son observables al efectuar la comparativa con el aspecto anterior a la cirugía. Los pacientes con determinados trastornos, como enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedad de la tiroides e insuficiencia lacrimal, no es recomendable que pasen por esta intervención.
Las incisiones, frecuentemente, se efectúan en las zonas más desapercibidas del contorno de los ojos, para disminuir el efecto de las cicatrices. Los tipos de cirugía de párpados para hombres abarcan desde los párpados superiores a los inferiores.
Los beneficios de la blefaroplastia son observables en la disminución de la inflamación ocular, mejora de la apariencia estética y recuperación en el grado de visión, especialmente, en aquellas personas con exceso de caída de piel en los párpados superiores.
Los riesgos que puede producir la cirugía de párpados se relacionan, por lo general, con síntomas como la sequedad ocular, el exceso lacrimal y, en algunos casos, la percepción borrosa.
Cirugía estética masculina: Ginecomastia
La ginecomastia hace referencia al aumento del tamaño de una o ambas glándulas mamarias de los hombres, con un incremento del tejido glandular y estroma mamario.
El desarrollo anómalo de los senos de los hombres es una patología mamaria habitual, que también puede producirse por un exceso de adiposidad, que se origina debajo del pezón y puede ir avanzando progresivamente. Generalmente, no reviste ningún riesgo, aunque resulta molesta en muchos individuos.
Existen diversas causas que motivan este desarrollo, como el envejecimiento que se produce con mayor frecuencia en hombres con sobrepeso o que superan los 50 años de edad, aunque cada vez más hombres se ven afectados a partir de los 35 años. Sin embargo, los cambios hormonales habituales son las causas primordiales de los trastornos mamarios de los hombres.
Cirugía estética masculina: Liposucción
Las intervenciones de liposucción para hombres que se realizan son, aproximadamente, alrededor del 15 %. Este tipo de cirugía permite reducir el volumen en aquellas áreas de la anatomía masculina como el abdomen, la barbilla o el doble mentón y las laterales del cuerpo y de la espalda.
La liposucción o abdominoplastia es una intervención quirúrgica planteada para suprimir el exceso de grasa y piel de la zona abdominal, con la posibilidad de tensar los músculos para conseguir un vientre más firme y plano.
La operación se efectúa mediante anestesia general. En primer lugar, mediante una cánula, se extrae la grasa del abdomen y de los flancos. Las indicaciones al paciente por parte del cirujano, antes de la entrada al quirófano, consisten en realizar la contracción de los músculos, para delimitar la zona de la piel a tratar. Este proceso permite, una vez extraída la grasa restante, marcar con la cánula el contorno, para eliminar el tejido adiposo de los conductos e impedir que se detecten desde la perspectiva estética.
Para impedir la inflamación que genera la intervención, el paciente debe colocarse una faja compresiva permanentemente, durante el período de un mes, para que la piel se ajuste a las novedades realizadas en la periferia corporal. Entre 7 y 15 días después, su uso solo será necesario durante el día o por la noche. Los resultados parciales se aprecian, normalmente, a partir del mes de la intervención, pero el período estimado para visualizarlo por completo oscilará entre 3 y 6 meses. O, dependiendo de algunos casos, este espacio de tiempo puede prolongarse hasta los 18 meses.
Tras una operación de liposucción abdominal, se recomienda que el paciente siga disciplinas alimenticias saludables, basadas en una dieta equilibrada y el ejercicio regular.
Las cifras revelan que un 80 % de los hombres opta por el cuidado de su cuerpo y realiza algún tipo de tratamiento quirúrgico, como los detallados anteriormente.