Dolor punzante tras aumento de pecho
Cuando hablamos sobre una cirugía de aumento de mamas, no se puede pasar por alto uno de los síntomas más característicos durante el postoperatorio, que es el dolor. El dolor de pecho suele ser referido por los pacientes como punzante, pudiendo llegar a ser muy desagradable. ¿Es normal este dolor?
Pues bien, es importante destacar que posteriormente a cualquier cirugía ocurren cambios en nuestro cuerpo en respuesta a la manipulación de los tejidos. En este sentido, se inicia un proceso de reparación tisular acompañado de la inflamación. Es así como la piel, la glándula mamaria, el músculo pectoral, los capilares sanguíneos y las terminaciones nerviosas atraviesan por un período de recuperación.
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¿Es normal sentir pinchazos?
Es completamente normal. Durante la primera y hasta la tercera semana del postoperatorio es una de las principales molestias, acompañada del dolor de cuello y espalda, la sensación de pesadez y la tensión sobre la piel de las mamas. Lo que significa que se está llevando a cabo el proceso curativo de las lesiones que se generan en los tejidos al momento de la intervención.
Adicionalmente, es producto de la recuperación de la sensibilidad, por lo que se tendrá mayor percepción sensitiva y dolorosa.
¿A qué se debe el dolor punzante?
Este tipo de dolor es característico de las intervenciones en donde se coloca un implante submuscular o subpectoral, es decir, debajo del músculo pectoral mayor (principal músculo de la mama), ya que se utiliza como bolsillo para depositar allí el implante.
Al manipularse específicamente el tejido muscular, se genera un aumento de tensión en las fibras musculares y la sensación de pinchazos o agujetas motivado a que el músculo está cicatrizando. Sumado a esto, los nervios implicados durante la cirugía también presentan microlesiones y la consiguiente irritación de sus fibras nerviosas, concretamente los nervios intercostales, pectoral medial y lateral, encargados de inervar la piel y al músculo respectivamente.
Por otra parte, existen otros factores que pueden propiciar la aparición del dolor, como son el tamaño del implante, ya que a mayor volumen, genera mayor tensión muscular. Asimismo, la elasticidad de la piel, mientras más laxo y elástico sea el tejido, también lo serán los nervios y por consiguiente, habrá una mejor repuesta a la tensión.
También ciertas posturas o movimientos pueden provocarlos debido a la movilización del tejido. Y finalmente, el umbral del dolor que tenga la paciente.
¿Cuáles son las posibles complicaciones?
Al ser un dolor que acompaña al proceso inflamatorio postoperatorio normal, debe mitigar o desaparecer entre la tercera y cuarta semana del postoperatorio. De no ser así, se debe estar atento a endurecimientos, deformaciones, hinchazón, aumento de la sensibilidad, irritación, protuberancias y asimetrías entre las mamas. La presencia de alguno de estos síntomas puede indicar encapsulamiento de la prótesis, desgasto o rotura de los implantes.
En caso de presentarse alguna de estas complicaciones, el abordaje dependerá de la gravedad. Por ejemplo, en el caso de una contractura capsular leve no se requerirá cirugía, y, por el contrario, en una rotura o desgasto del implante, sí.
Recomendaciones
- Seguir las indicaciones del cirujano durante el postoperatorio.
- Evitar movimientos bruscos que puedan desplazar las prótesis.
- Evitar posiciones inadecuadas.
- Movilizar lo más pronto posible y de forma controlada.
- Mantener comunicación contante con el médico.
- Evitar los vendajes compresivos, los mismos deben ser funcionales.
- Recordar que es un proceso lento y la recuperación total tardará entre unos seis meses o el año.