¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer de mama?

Se han realizado estudios que han demostrado que existen factores de riesgo del cáncer de mama. Estos factores son, sobre todo, la edad y ser mujer, ya que la mayoría de los cánceres de mama se detectan en mujeres de más de 50 años.

También es cierto que algunas mujeres lo padecen sin tener asociado un factor conocido. Estos factores de riesgo no te garantizan que vayas a tener la enfermedad, solo que tienes predisposición a tenerla. Asimismo, tampoco todos los factores tienen la misma importancia.

4 factores de riesgo del cáncer de mama

Los factores de riesgo son aquellas causas que aumentan la probabilidad de que padezcas una enfermedad o, en este caso concreto, de que tengas cáncer de mama. Cada tumor tiene unos factores de riesgo muy concretos y diferentes.

1. Factores inciertos

Los siguientes factores no cuentan con datos irrefutables acerca de su incidencia, pero hay que tenerlos en cuenta y son:

  • Consumo de cafeína.
  • Polución ambiental.
  • Consumo de tabaco o ser fumador pasivo.
  • Ingesta de antiinflamatorios prolongada.
  • Implantes en las mamas. A pesar de que no haya estudios, los implantes dificultan el estudio del tejido en una mamografía.
  • Desodorantes antitranspirantes.
  • Golpes en las mamas. Un fuerte golpe puede causar un hematoma y, aunque se reabsorba, puede dejar una zona con tejido cicatrizado. En una mamografía a posteriori se puede tener dudas sobre este origen.
  • Fitoestrógenos. Se atribuye a la ingesta de soja desde la infancia la incidencia del cáncer de mama, pero en los países orientales que tienen un alto consumo, apenas hay incidencia de esta patología, por lo que no existe un riesgo real.
  • Tamaño del pecho, aros en los sujetadores, telefonía móvil o depilación en las axilas.

Cafeina como mal habito

2. Factores que se pueden cambiar

Otros factores se pueden modificar en pro de la prevención de este tipo de cáncer. Estos factores son:

  • Descendencia. Las mujeres que no tienen hijos tienen una mayor probabilidad que las que los tienen. Cuanto más temprano sea dicho embarazo menor riesgo hay de desarrollarlo. Esto es debido a que durante el embarazo se diferencian completamente las células de la glándula mamaria. La probabilidad se reduce si el embarazo se tiene entre 25 y 27 años y aumenta si sucede con más de 35 años.
  • La lactancia también reduce el riesgo porque retrasa el restablecimiento de la función ovárica y disminuyen los niveles séricos de estrógenos.
  • Los factores hormonales como los anticonceptivos orales o la terapia hormonal sustitutiva en la menopausia son factores hormonales exógenos que se pueden evitar. En el caso de la terapia hormonal sustitutiva, se aumenta el riesgo cuando esta práctica es de larga duración. El tratamiento para la infertilidad está confirmado que no tiene riesgo de desarrollar cáncer de mama.
  • Ejercicio físico y una dieta adecuada rica en frutas y verduras reduce el riesgo. En cambio, éste aumenta si tienes obesidad, consumes alcohol y tu dieta es rica en grasas saturadas animales si eres premenopáusica. El ejercicio físico reduce el riesgo, aunque todavía no se ha cuantificado la proporción. Es recomendable, al menos, pasear a buen ritmo un par de horas semanales como mínimo.

Ejercicio físico

3. Factores que no se pueden cambiar

Aquí mencionamos los aspectos que no se pueden modificar en un individuo:

  • Sexo. Las mujeres tienen más desarrollada la glándula mamaria que los hombres y, además, están sometidas a cambios hormonales.
  • Raza. Las mujeres blancas tienen un mayor riesgo que el resto. Las africanas y asiáticas, por su parte, son las que tienen un riesgo menor. Se cree que el estilo de vida es la razón.
  • Edad. Por encima de los 75 años se reduce el riesgo. El 77 % de los casos se detectan en personas con más de 50 años y el 18 % en personas con cuarenta.
  • Factores hereditarios. Este factor tiene que ver con la expresión y el estado de los genes. Una historia familiar de riesgo quiere decir que dos o más familiares de primer o segundo grado hayan padecido cáncer de ovario o de mama. En el caso de familiares con ambos cánceres de forma simultánea, el riesgo es tener un familiar con cáncer de mama antes de los 50 y un varón familiar con el mismo tipo.

Herencia genetica

Los estudios demuestran que entre el 5 y el 10 % de los cánceres se padecen por una mutación genética. Los más conocidos son los BRCA 1 y 2. Con una mutación de este tipo se tiene un 80 % de probabilidad de desarrollarlo. Las mutaciones de estos genes también son un factor de riesgo para el cáncer de ovario, aunque también se involucran otros genes como MLH2, ATM, CHECK-2, PTEN y p53.

  • Enfermedades benignas de la mama. Se aumenta el riesgo en enfermedades que llevan asociado un aumento de células con alteraciones, pero no lo incrementan los fibroadenomas.
  • Factores hormonales endógenos. Exponerte a altas concentraciones de estrógenos aumenta el riesgo. La reducción de los estrógenos se modula por los ovarios. Se considera que se disminuye el riesgo si la primera regla aparece después de los 12 años y la menopausia se tiene antes de los 55. Si, por el contrario, se tiene la regla antes de los 12 y la menopausia llega después de los 55, el riesgo aumenta.

En cualquier caso, la extirpación de los ovarios, conocida como ooforectomía bilateral, antes de los 40 años reducirá el riesgo de padecer cáncer en casi un 50 %.

4. Factores ambientales

Exponerte a radiaciones ionizantes, antes de los cuarenta años, se relaciona con una mayor probabilidad de padecer cáncer de mama. La edad en la que estás más susceptible a este tipo de radiaciones es entre los 10 y los 14 años.

Las radiaciones ioinizantes dañinas más importantes son las que se producen por accidentes nucleares o por tratamientos con radioterapia en la zona de la mama.

En definitiva, sabes que una de cada ocho mujeres va a padecer cáncer de mama a lo largo de su vida. Aunque la gran mayoría de estos casos no pueden prevenirse, sí que existen una serie de medidas encaminadas a reducir los factores de riesgo del cáncer de mama. Algunas de ellas son realizar ejercicio físico, tener un estilo de vida saludable y evitar el consumo de alcohol en exceso.